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La Aviación Militar española comenzó su desarrollo a principios del siglo XX gracias a unos audaces aviadores que, en los primitivos aeroplanos de entonces, empezaron a surcar los cielos de España y pronto se percataron de la importancia que en el futuro iba a tener el poder aéreo. El Ejército del Aire (EA) tomó el relevo a la Aviación Militar y, aunque es el componente más joven de las Fuerzas Armadas, tiene ya una trayectoria de más de setenta y cinco años al servicio del pueblo español. Con medios aéreos y unidades terrestres, los hombres y mujeres del EA están preparados y dispuestos a garantizar la inviolabilidad de nuestro espacio aéreo y a contribuir a la seguridad y al bienestar de todos los ciudadanos españoles, en el marco de la acción conjunta de las Fuerzas Armadas. Por otra parte, nuestro Ejército participa de forma destacada en las estructuras de defensa común de las organizaciones multinacionales a las que España pertenece.